El 85% de los niños tendrá al menos un episodio de otitis media aguda antes de los 3 años. Y de éstos, los que se presentan en los primeros meses de vida tendrán mayor riesgo de episodios agudos recidivantes o de otitis media crónica. El tratamiento médico convencional consiste en prescribir antibióticos.
El cuadro habitual de una otitis media aguda consiste en:
- Otalgia
- Fiebre
- Pérdida de audición de inicio agudo tras infección de vías respiratorias superiores.
La mayoría de otitis media aguda son consecuencia de infección bacteriana, con membrana timpánica inflamada, posiblemente abombada, con reducción en su movilidad y con derrame blanco amarillento profundo.
Se produce por una obstrucción de la trompa de eustaquio alterando:
- el equilibrio de las presiones entre oído medio y exterior
- impidiendo el drenaje de secreciones de oído medio hacia la faringe
Provocando acúmulo de secreciones en oído medio y presión negativa en el interior dificultando más el drenaje. Si la obstrucción es parcial la presión negativa puede aspirar secreciones nasofaríngeas hacia el oído medio.
La permeabilidad de la trompa de eustaquio se mantiene por la rigidez de una de sus estructuras cartilaginosas y por la acción de los músculos salpingofaríngeo y tensor del velo del paladar, siendo este último el único responsable de la apertura de la trompa.
Las diferencias anatómicas del lactante y niño provocan una desventaja mecánica en el músculo tensor del velo del paladar (que por otra parte esta modificación permite que el lactante succione y respire a la vez) y trompa más corta y horizontal. Si a esto le sumamos un aumento del moco, por infección de vías respiratorias altas, más alteración de los mecanismos de apertura tenemos una OTITIS MEDIA AGUDA.
Consideraciones osteopáticas
El objetivo primordial del tratamiento consiste en analizar y tratar toda disfunción en faringe, trompa de eustaquio y estructuras relacionadas. Comenzaremos el tratamiento mediante abordaje de la base del craneo y los huesos temporales, partes blandas de faringe, fascia cervical, lengua y buscaremos tensión muscular en la succión.
Siempre evaluaremos y trataremos las disfunciones del “resto” del niño para reforzar su sistema inmunitario. Buscaremos restricciones provocadas por partos asistidos por fórceps, ventosas o parto por cesárea y trataremos las lesiones que desde el punto de vista osteopático se generan.
Todo tratamiento es sutil, indoloro e inocuo para el niño y siempre junto a su pediatra.