Ante la pregunta que se repite prácticamente todas las semanas en la consulta de un osteópata: Qué diferencia hay entre la osteopatía y… fisioterapia, traumatología…etc voy a intentar contestarla de una manera fácil y con un símil que suelo emplear con mis pacientes. Las enfermedades, patologías y disfunciones son las mismas para todas las disciplinas médicas. Lo que cambia son las personas y los diferentes prismas de ver una misma patología y los diferentes procesos y mecanismos de adaptación que sufre el organismo hasta llegar a ella.
Toda patología tiene un origen múltiple, genético, estructural, emocional, energético, nutricional… y con diferentes porcentajes de cada uno de ellos. “Si en una barca con 10 remeros 7 dejan de remar y los 3 restantes se lesionan por hacer el trabajo del resto, a estos 3 habrá que prestarles ayuda sí, pero para resolver el problema tendremos que averiguar por qué han dejado de remar los 7 anteriores”.
Los 3 remeros lesionados es por lo que se acude a consulta; me duele la espalda, la cabeza, estoy estreñido, tengo malas digestiones… y el osteópata intenta averiguar qué es lo que ha sucedido en la persona, buscar los 7 remeros distribuidos en los diferentes sistemas implicados y cubrir las necesidades que tiene su organismo en ese momento para que se restablezca la salud.
Esta labor es parecida a la de hacer un puzle y requiere un conocimiento profundo de la anatomía y fisiología de los sistemas corporales. También es muy importante una labor que en medicina se ha ido perdiendo poco a poco con los años. Escuchar al paciente. Escuchar con los oídos y escuchar con las manos.
Cuando termina una sesión de osteopatía, normalmente nadie pregunta la diferencia pues ésta es evidente. ¡Es una terapia única, diferente, es Osteopatía!