¿Tu hijo tiene dolor de oídos? ¡Cuidado! Puede tener otitis media
La otitis en bebés y niños es tan frecuente que se estima que alrededor del 80% de los niños la padecerán durante su primer año de vida. Es una de las razones más comunes por la que los padres llevan a sus hijos al médico. Es una infección que afecta tanto a adultos como a infantes; no obstante, es más común en estos últimos ya que son más vulnerables a enfermedades, aunque también se asocia la otitis en bebés con factores genéticos y familiares. La otitis media es la más común y está subdividida por cuatro tipos, estos son:
- Otitis media aguda: La infección afecta principalmente al aparato respiratorio y el principal síntoma es la tos.
- Otitis media sub-aguda: Se caracteriza por la presencia de un líquido llamado exudado en la cavidad del oído medio. Los síntomas son leves pero si la presencia de este líquido dura más de 3 meses, entonces se podría decir que la infección es crónica.
- Otitis media crónica: Está subdividida. El primer tipo contiende exceso de exudado seroso por 3 meses y el segundo tiene una supuración que sobre pasa los 4 meses.
- Otitis externa: Este tipo de otitis se localiza en la piel que recubre el conducto auditivo externo, aparece en nadadores y cuando se tiene sudoración excesiva, ausencia de cerumen y por introducción de objetos en el oído.
¿Qué es la otitis media?
Es una inflamación infecciosa en el oído medio que se encuentra en la parte posterior del tímpano. Es una afección bastante dolorosa que puede aparecer y desaparecer por sí sola, en algunos casos se necesita la intervención de antibióticos y fármacos antiinflamatorios, todo esto bajo la supervisión de un médico especialista. Si la infección dura más tiempo de lo normal, es probable que se padezca de otitis media crónica.
Los niños menores de 7 años tienen más posibilidades de padecerla, sobre todo después de haber tenido alguna infección viral en las vías respiratoria, comúnmente sucede durante o después de una gripe fuerte. La secreción de líquido en el oído, ya sea seroso o purulento, dependerá de cómo evolucione la enfermedad. Se recomienda a los padres llevar a sus hijos al médico apenas vean que los síntomas se vuelven más graves.
¿Cómo saber si mi hijo padece de otitis media?
La mejor forma que tienen los padres para saber si su bebé padece de otitis media es observar comportamientos poco comunes o malestar general. Esto quiere decir que los síntomas pueden ser fiebre, irritabilidad, pérdida de apetito, vomito, dificultad a la hora de comer, imposibilidad para dormir por largos periodos de tiempo, dolor en los oídos, dificultad auditiva y, en casos extremos, supuración en el oído. En estos casos los padres no pueden manipular ni darle presión al conducto auditivo del infante.
¿Qué causa la aparición de la otitis?
Todo comienza en la trompa de Eustaquio. Este se encarga de drenar el líquido que produce el oído medio y se encuentre entre este último y la parte posterior de la garganta. Cuando se tiene otitis, la trompa se obstruye permitiendo la acumulación de líquido hasta provocar la infección.
Existen muchas causas que pueden originar una otitis media, entre ellas están la infección por la edad. Los bebés y los niños son más propensos a las enfermedades de este estilo debido a que sus trompas de Eustaquio se obstruyen con mucha facilidad. Esto es debido a que anatómicamente sus trompas son más horizontales que en el adulto, lo que dificulta el drenaje por efecto de la gravedad. Generalmente estos casos no son graves. A pesar de esto hay otras fuentes de aparición, tales como:
- Vivir en un ambiente contaminado por el humo de nicotina y tabaco.
- Agrandamiento en el adenoides.
- Salida y desarrollo de los dientes puede producir exceso de saliva y moco y, a su vez, otitis.
- Infecciones sinusales.
- Malformación de la trompa de Eustaquio.
Es común que dé en bebes y niños que beban líquidos en un vaso o botella mientras se acuestan boca arriba. También las infecciones agudas se intensifican durante el invierno, principalmente por culpa del resfriado común. Se sabe que los factores de riesgo son: guarderías en épocas frías, cambios de clima, antecedentes de infecciones de oídos familiares, sistema inmunológico débil, biberones, enfermedades recientes, respirar humo, entre otros.
¿Cómo se diagnostica la otitis?
Se realizará un examen en la cavidad auditiva para confirmar la otitis en el niño. El instrumento principal que se usará es el otoscopio, con él se podrá visualizar enrojecimientos, burbujas con aire o líquido, perforación, infección, etc. En general se podrá detallar cualquier anormalidad que suceda en el oído medio. Para diagnosticar correctamente la enfermedad, la exploración otoscópica es de suma importancia.
Para completar la exploración se puede realizar una otoscopia neumática, donde se verificará la movilidad de la membrana del tímpano. Otro instrumento a utilizar es la timpanometría, ayuda a complementar los resultados con el otoscopio. La audiometría es utilizada cuando existen antecedentes de infecciones en el oído. Una vez confirmada la enfermedad, el especialista procederá a mandar un tratamiento que se adecue al paciente.
Tratamientos comunes
- Tratamiento Médico
El primer tratamiento, y por ende el más común, es tomar antibióticos vía oral por 10 o 14 días. Es una medida clásica en este tipo de enfermedades; sin embargo, estudios recientes indican que no es necesario utilizar estos medicamentos para tratar todos los tipos de otitis, solo se debería de usar en los casos más graves. Con estos fármacos la infección se retira en 48 horas aunque también, dependiendo del paciente, puede mandar descongestionantes nasales y mucolíticos.
Cuando un niño o bebé tiene otitis frecuentemente y su origen es una infección como una adenoiditis crónica, sinusitis crónica o inmadurez inmunológica, los tratamientos cambian. Existen muchos casos de otitis media que son causados por una hipertrofia adenoida o una adenoiditis, en cuyo caso se realiza una extirpación del tejido adenoideo hipertrófico y se coloca tubos de drenaje transtimpánico.
La otitis media es un problema menor que puede resolverse fácilmente. Los médicos tienden a concentrarse más en resolver lo que causó la infección, si atacas el origen resuelves todos los demás síntomas. Hay factores que pueden presentarse durante el tratamiento, tales como: La agresividad del germen, la resistencia bacteriana, componentes propios del individuo, no seguir el procedimiento correctamente, etc. Estos elementos pueden hacer que el tratamiento cambie.
- Tratamiento Osteopático
– Revisaremos algunos puntos clave como es si el niño/a tiene una respiración bucal. Hecho que mecánica y funcionalmente tiene vital importancia en el proceso de formación de la otitis.
– Evaluar y tratar las tensiones en la cintura escapular y los hombros.
– Evaluar las charnelas (cambios de curvatura en la columna vertebral) cráneo cervical, cervico torácica y cráneo. El objetivo principal será liberar todas las suturas del hueso temporal.
– Evaluaremos y trataremos la inervación de los sistemas de drenaje de la cabeza y el cuello.
– Evaluaremos y trataremos la ATM (articulación temporo mandibular) por su relación con la lengua y el paladar blando. Y por su implicación en los procesos de deglución y bostezo que a su vez drenan las trompas de Eustaquio.
– Trabajaremos el reflejo viscerosomático de las vías superiores puesto que si están alterados provoca vaso constricción de oído, nariz y garganta.
– Trabajaremos el sistema vascular y los ganglios linfáticos a través del cráneo y las dos primeras vertebras.