Los tendones son estructuras importantes en el cuerpo humano, unen el musculo con el hueso lo que a su vez permite, a través de la contracción muscular, el movimiento de las articulaciones. Al estar ligadas a los músculos, los tendones sufren tensiones constantemente por lo que es fácil entender por qué la tendinitis es una de las afecciones más comunes tanto en deportistas como en trabajadores. Sus causas pueden ser múltiples y variadas entre sí. Son inflamaciones en los tendones, generalmente por uso excesivo de los mismos o incluso como respuesta a otra enfermedad.
En la tendinitis de la muñeca hay dos tipos: La del cubital anterior y la del cubital posterior. El cubital anterior o flexor cubital del carpo es un musculo que comienza en los huesos humero y cúbito y se extiende por todo el antebrazo. Permite que la muñeca y el codo se flexionen, así como también desvía el cubital. El cubital posterior se encuentra en la parte lateral de cúbito y realiza la función de extensión y estabiliza el lado cubital de la muñeca.
Las causas más comunes de la tendinitis del cubital anterior
Es muy frecuente que la tendinitis en la muñeca se origine en el cubital anterior, esto debido que actúa directamente en la flexión del codo y la muñeca. Es más habitual en la mano dominante y sus causas más usuales son por traumatismos, sobrecarga, procesos o enfermedades degenerativas en el tendón y por el uso excesivo de la articulación producto de movientes repetitivos sin descanso. Es decir, deportistas tales como beisbolistas, basquetbolistas y tenistas y trabajadores de construcciones o similares; son más propensos a padecer esta enfermedad.
En nuestra era tecnológica la computadora es una gran fuente de entretenimiento y trabajo. El problema es que pasar mucho tiempo en ella puede traer varias afecciones y entre ellas está la tendinitis. En general esta enfermedad puede aparecer por la flexión constante de la muñeca.
Síntomas de la tendinitis del cubital anterior
El principal síntoma es el dolor en la muñeca, más precisamente en la cara palmar de la misma. Si una persona padece de esta enfermedad, cada vez que realice una flexión sentirá un dolor agudo en la muñeca que puede extenderse por el codo hasta llegar al hombro. Se sabe que por las noches el dolor aumenta, por lo que también los pacientes pueden llegar a tener problemas a la hora de descansar. Asimismo, la zona afectada se inflamará y se pondrá sensible a cualquier presión. El enrojecimiento, hormigueo y los problemas para sostener objetos, son otros de los síntomas frecuentes del padecimiento. Si un individuo tiene estos indicios, debe ir a un médico o especialista ya que puede sufrir de tendinitis del cubital anterior.
¿Cómo es el tratamiento de la tendinitis del cubital anterior?
Para diagnosticar la enfermedad se realiza una serie de exámenes físicos y de imagen para determinar si el paciente padece de tendinitis cubital anterior. Si se confirma el diagnostico, el especialista presentará primero el tratamiento no quirúrgico. Este consiste en pedirle al paciente que ingiera ciertos fármacos antinflamatorios, utilización de férulas y una rehabilitación en donde el paciente deberá movilizar, estirar y fortalecer la zona afectada. Normalmente con este tratamiento el paciente debe estar estable alrededor de 3 semanas después haber iniciado con el procedimiento.
Ahora bien, existen casos de personas donde el tratamiento anterior no les ha funcionado. Siguen con los mismos dolores e incomodidades. Para estos casos, lo más recomendable sería el tratamiento quirúrgico. Una vez culminada la operación, se le pondrá al paciente una férula por tres semanas y después entrará en rehabilitación.
¿Cómo es la rehabilitación de la tendinitis del cubital anterior?
En la rehabilitación el especialista pondrá al paciente a realizar ciertas acciones en los primeros 10 días. Durante la primera semana, el experto puede mandar a realizar exámenes de ultrasonido además de hacer masajes en los músculos del brazo, estiramientos blandos, mandar el reposo total de la muñeca, utilizar compresas frías o masajes con hielo en el musculo, realizar ejercicios isométricos, etc. Lo que se quiere lograr es reducir la tensión en el tejido afectado.
En la segunda parte de la rehabilitación, después de haber obtenido una reducción significativa del dolor, el paciente tendrá que realizar una serie de actividades físicas de fortalecimiento en la zona inflamada. Pueden ser ejercicios con una barra, que consistiría en realizar movimientos de enrollar y desenrollar; realizar una serie de actividades de resistencia, en donde el paciente tendrá que hacer movimientos de pronación y supinación, y con el tiempo aumentará la fuerza del brazo. De la misma forma, el afectado utilizar una goma elástica para aumentar aún más la resistencia. Esta y otra serie de actividades se realizarán con el fin de aumentar la fuerza del paciente. Dura aproximadamente entre 10 a 15 días.
En la tercera parte el especialista se concentrará en la reintegración del paciente en la vida diaria. Esto se hará de forma progresiva, de otro modo puede perjudicar al afectado. Tarda alrededor de 4 semanas. Los ejercicios de fortalecimiento y propiocepción de la muñeca son de suma importancia durante esta fase. Los mismos aumentarán la fuerza del afectado y este podrá empezar a realizar deportes y actividades de bajo impacto. Los ejercicios para disminuir la tensión de la muñeca deben ser realizados después de todo el tratamiento, sobre todo si la persona vuelve a integrarse al deporte o actividad que causo la lesión.
Tratamientos para la casa
El afectado deberá realizar, con la guía del especialista, una serie de auto masajes en la musculatura flexora del antebrazo y estiramientos en la cadena anterior del brazo, en los músculos flexores, en los pectorales y bíceps. Todo esto con el fin de relajar el tendón afectado y frenar aún más el progreso de la enfermedad. Estas actividades son de suma importancia durante y después de la rehabilitación. Si un tenista que sufrió de tendinitis del cubital anterior vuelve al mismo deporte, puede volver a padecer de la enfermedad. Los ejercicios de este estilo evitan la aparición de la lesión.