Una de las enfermedades más comunes en el mundo es la artrosis. Miles de personas, ya sean mayores o menores de 50 años, pueden llegar a padecer este desgaste progresivo del cartílago. Es decir, es una enfermedad que puede aparecer en una persona joven y conforme avance su edad va empeorando. Las zonas del cuerpo más propensas son las rodillas, la columna vertebral, caderas y manos; produciendo dolores intensos, inflamaciones, entre otros.
La artrosis impide que las personas realicen movimientos cotidianos como caminar, correr, sentarse en ciertas posiciones e incluso hasta subir las escaleras; teniendo la necesidad de utilizar un apoyo externo o prótesis para poder completar estas actividades rutinarias.
¿Qué es la Artrosis y cuáles son sus consecuencias?
Todo comienza con el desgaste y, posteriormente, la destrucción del llamado cartílago articular. Para poder entender mejor las consecuencias de esta enfermedad, primero hay que comprender la función tanto del cartílago como de las articulaciones. El primero es un tejido que cubre y protege los huesos actuando como un amortiguador de fuerzas externas. El segundo son las conexiones que permiten la unión de dos huesos, logrando un movimiento natural.
Cuando una persona padece de artrosis, el cartílago se va deteriorando poco a poco, teniendo como consecuencia el desgaste y fragilidad de los huesos; no obstante, también tiende a producir deformidad y crecimiento anormal de los mismos.
La Artrosis de Cadera y sus síntomas
La articulación de la cadera la forman la cabeza del fémur y el cótilo, estás, a su vez, están cubiertas por el cartílago articular. A su alrededor se encuentran la membrana sinovial, los ligamentos y la musculatura. Cuando una persona padece de artrosis en esta zona, como se dijo anteriormente, el cartílago articular se va deteriorando hasta quedar totalmente destrozado.
Uno de los síntomas más comunes son fuertes dolores, rigidez y deterioro de la movilidad en la zona de la ingle y, en ocasiones, dolor en la parte baja del muslo e incluso la rodilla. Muchos pacientes se confunden por esta misma razón, ya que el dolor no se da necesariamente en la zona de las caderas. Contraria a la creencia popular, la artrosis de la articulación de la cadera no es tan frecuente como el de las rodillas o las manos.
Una manera de detectar la enfermedad, sobre todo en sus comienzos, es el dolor cuando se realizan acciones como caminar o subir y bajar las escaleras. Después de un reposo puede desaparecer dicha molestia, pero si después del descanso se siente dolor en los mismos lugares, hay que ir a un especialista en el tema. Con el pasar del tiempo la dificultad a la hora de realizar actividades crece exponencialmente, tanto así que incluso cruzar las piernas, sentarse y ponerse zapatos, puede generar una fuerte dolencia.
¿Cuáles son las causas de la artrosis de cadera?
Hasta el momento, no hay una causa exacta que produzca la artrosis de la articulación de la cadera. Según los estudios realizados sus posibles orígenes se deben a una combinación del medio ambiente junto a la genética. Mayormente, son las mujeres las que son más propensas a contraer dicha enfermedad.
- La edad es uno de los factores de riesgo más comunes, ya que al pasar los años se producen variaciones en las funciones y estructura del cartílago.
- Como se dijo anteriormente, esta enfermedad es más común en la población femenina. No obstante, los hombres tienden a sufrir más de artrosis de cadera que de rodillas o manos.
- Según estudios realizados, personas con la pigmentación de piel clara son más propensas a padecer este tipo de artrosis.
- La obesidad es un factor que influyente en el padecimiento de dicha enfermedad. Además de esto, también influye las actividades físicas fuertes, traumatismos, factores de genéticos y ciertos trabajos tales como agricultura, ganadería y, en general, trabajos que necesiten de exceso de fuerza física; permiten la progresión rápida de esta enfermedad.
- Otras posibles causas son, haber padecido en la infancia la luxación congénita de cadera o luxaciones o fracturas en la edad adulta.
- Desde un punto de vista mecánico, al tener en cuenta que el peso del tronco recae sobre el sacro, y se transmite a las articulaciones sacroilíacas que forman un arco, y el peso pasa después a las articulaciones acetabulares; el ángulo formado entre el acetábulo y la cabeza femoral será determinante para una correcta distribución de las cargas corporales. Por tanto, una mala alineación del eje tobillo, rodilla, cadera y todas las disfunciones mecánicas que esta situación pueda conllevar. Se relacionará directamente con un sobre uso articular y consiguiente formación de artrosis.
¿Cómo se diagnostica a un paciente con artrosis de cadera?
Principalmente, el diagnostico tiene como base principal la explicación del paciente sobre todos sus síntomas, se recomienda ser detallista a la de hablar sobre los dolores. Posteriormente, el especialista procederá a realizar una exploración a la zona afectada; al confirmar el diagnóstico, se procederá a realizar radiografías, con el fin de encontrar rasgos típicos de la artrosis de cadera. Finalmente, y dependiendo de qué tan grave esté el paciente, se realizará el tratamiento correspondiente.
Tratamientos comunes para la Artrosis de cadera
No existe un tratamiento que cure defectivamente la enfermedad, a pesar de ello, se puede minimizar y retrasar el daño producido por la artrosis con el fin de mejorar la calidad de vida del paciente. Entre ellos tenemos:
- Tratamiento osteopático
Como siempre cada paciente es único, por tanto, el abordaje será distinto en cada uno de ellos. Pero la dinámica siempre será
- Mantener el cuerpo libre de disfunciones, corregir y optimizar su mecánica corporal favoreciendo la correcta distribución de las cargas.
- Quitar la tensión excesiva que se va formando en toda la musculatura que rodea la pelvis y la cadera e ir restableciendo gradualmente la movilidad perdida.
- Enseñarle a mantener una alimentación que dificulte la inflamación y degeneración de los tejidos.
- Enseñarle ejercicios específicos para equilibrar sus cadenas musculares, tonificando aquellos músculos débiles y relajando los hipertónicos.
- Medidas Físicas
- Mantener el cuerpo sin disfunciones y bloqueos articulares que alteren nuestro centro de gravedad y provoquen una mala distribución de las cargas corporales.
- Prevención y correctos de los factores desencadenantes, por ejemplo: si el factor es la obesidad, se mandará una dieta nutricional; si se trata de actividades físicas extenuantes, se deberá reducir la realización constante de las mismas.
- Desde un punto de vista natural, una alimentación libre de procesados, harinas refinadas, azúcar, leche, y carnes principalmente rojas, ayudará a mantener un ph corporal más alcalino lo que disminuye el riesgo de procesos inflamatorios y degenerativos.
- La práctica de ejercicio físico ayuda a minimizar la artrosis, ya que mantiene en buen estado físico los músculos y las articulaciones. Si el paciente está en las últimas fases de la artrosis, cuando ya el dolor es demasiado y los movimientos se reducen, se realiza ejercicios en lugares que permitan la realización de dichos movimientos sin dolencias extremas, un ejemplo de estos sitios son las piscinas. Bajo el cuidado de un especialista, el remo y el ciclismo son idóneos para reducir la progresión de la artrosis en las caderas.
- Los apoyos externos que eviten la sobrecarga en las zonas afectadas, ya sean bastones u otros objetos que cumplan con esta finalidad.
- Hay otras acciones que ayudan a minimizar el problema, cosas como utilizar calzados de mango largo, asientos elevados, barras en las bañeras, etc. Ayudan a mejorar la calidad de vida de un paciente con artrosis de caderas.
- Tratamientos experimentales
En fases tempranas el uso de ozono y PRP (factores de crecimiento) demuestra una realentización de la artrosis de cadera y notable disminución de su sintomatología.
La infiltración de ácido hialurónico en muchos pacientes reduce el dolor y retrasa la posible prótesis de cadera. Según cada paciente la duración de esta técnica puede durar hasta los 6 meses.
- Tratamiento farmacológico
- Uso de analgésicos y antinflamatorios como paracetamol, tramadol, entre otros. Bajo indicación del especialista, los medicamentos pueden variar ya que si el dolor es muy fuerte y la artrosis muy avanzada, se necesitaría medicamentos mucho más específicos o fármacos de acción lentas.
- Cirugía
- Cuando ninguno de los tratamientos anteriores funcionan por el estado avanzado de la artritis de cadera, en pacientes casi inválidos, la última opción sería una intervención quirúrgica. Esta opción elimina el dolor casi de inmediato, la recuperación, a pesar de que varía de paciente en paciente, es más rápida; no obstante, antes de tomar cualquier decisión, hay que consultar con el especialista.