El dolor en la cadera está entre uno de los padecimientos más comunes en el ser humano. La bursitis trocantérea o trocanteritis es un dolor e inflamación en las bolsas sinoviales que están alrededor del trocánter y puede causar un fuerte dolor que se extiende a lo largo de la pierna. La bursa es una bolsa rellena de líquido sinovial que amortigua y ayuda a prevenir el roce de tendones y estructuras óseas. Su función principal es evitar posibles daños en los tendones y proteger los ligamentos y articulaciones.
¿Qué es la trocanteritis?
Alrededor del trocánter existen cuatro bolsas sinoviales, la más significativa es la que se encuentra entre el trocánter mayor y el musculo tensor de la fascia. Actúa como una especie de deslizador, es decir, permite la flexo-extensión de la cadera al lograr que ambas estructuras rueden con naturalidad. Normalmente los movimientos repetidos en la zona causan una inflamación en las bursas. Esto sucede por una fricción en la banda iliotibial contra el trocánter, provocando el aumento del líquido sinovial.
La inflamación puede ser tan aguda que impide al que la padece hacer ejercicios o entrenamientos habituales. El dolor en toda la pierna se debe a que el musculo tensor de la fascia lata, cuyo tendón es la banda iliotibial, se extiende desde la parte externa del muslo hasta la rodilla, pasando sobre el trocánter. Si no se trata a tiempo, la bursitis puede afectar a los tendones lo que a su vez puede traer un problema degenerativo llamado tendinosis. Es común en camioneros o conductores que pasan largas horas sentados, mujeres que tienen más de 50 años, en personas con obesidad y en deportistas que sobre usan la articulación de la cadera.
¿Qué origina la bursitis trocantérea o trocanteritis?
La bursitis trocantérea aparece frecuentemente en deportistas cuya actividad provoca el rozamiento excesivo de la banda iliotibial con el trocánter. Del mismo modo, sobre usar el músculo tensor de la fascia lata causa la aparición de la enfermedad. Esto ocurre con más frecuencia en los corredores de maratón o cuando un deportista posiciona mal la pelvis. También cuando sucede un traumatismo directo en la zona que puede ser provocada por una caída o golpe.
Hay que tener en cuenta que las personas que hayan tenido una cirugía en la cadera son propensos a esta enfermedad. Los que tienen infecciones en los huesos tal como la trocanteritis tuberculosa pueden padecer también de bursitis. Otros factores que pueden originar la afección son:
- Debilidad en músculos abductores: Esto puede forzar el musculo tensor.
- La pronación excesiva.
- Tendencia al pie plano.
- Artrosis de rodilla.
- Diferencia en la longitud de las piernas.
- Practicar un deporte de alto impacto con poco calentamiento previo.
Síntomas frecuentes de la trocanteritis
El principal dolor es el de la cadera, más específicamente en la zona externa del muslo, pero dicha dolencia puede extenderse por toda la pierna. Si se padece de esta afección, el afectado tendrá dificultad a la hora de realizar acciones sencillas como levantarse de una silla, sentarse, subir las escaleras e incomodidad a la hora de caminar. También tendrá dolor cuando quiera realizar movimientos de aducción o abducción de la cadera.
Los hormigueos en la pierna y en la cara externa del muslo son habituales y en casos donde también se posee tendinosis, el afectado notará una debilidad muscular junto al cansancio y pérdida de fuerza en la pierna. El paciente notará una inflamación visible y sensibilidad al tacto en la zona afectada. En la noche los dolores pueden intensificarse debido los movimientos involuntarios que pueden presionar la cadera.
¿Cómo es el diagnóstico?
Para diagnosticar un paciente lo primero será revisar el historial clínico del afectado. La persona deberá explicar con detalles los dolores que siente y cuándo se originan, es decir si la dolencia aparece cuando se sienta, corre, camina, etc. También hay que explicar si se realiza algún deporte o actividad de alto impacto.
Realizamos una exploración física global y en la zona afectada, donde palparemos el punto que más causa dolor en el trocánter mayor; luego realizaremos diversas pruebas ortopédicas para discriminar las estructuras implicadas, se suele pedir al paciente que separe la cadera contra-resistencia. Especialmente revisamos la zona de la rodilla y la región lumbar y sacroiliaca, pie y tobillo. En el diagnóstico diferencial descartamos otras posibles causas como una neuropatía o dolores lumbares. Los resultados que arrojen esta exploración servirán para diagnosticar correctamente al paciente. Normalmente no es necesaria una prueba de imagen, pero en algunos casos se puede mandar a realizar una ecografía.
¿Cuáles son los tratamientos de la trocanteritis?
Como siempre, la meta a lograr es la reducción total del dolor y la inflamación, para que el paciente pueda, a través de la rehabilitación, volver a su actividad física y diaria normal. El tratamiento inicial es:
- Suspender o modificar temporalmente las actividades o ejercicios de alto impacto que provoquen el dolor en la cadera.
- Descanso parcial pero no total. Esto es porque la inactividad puede perjudicar aún más al paciente. La natación es una actividad recomendada en estos casos debido a que el afectado puede realizar una terapia física sin lesionar la cadera.
- Colocar compresas frías o hielo entre 10 a 15 minutos, durante dos o tres veces al día por tres semanas.
- Antiinflamatorios naturales tipo cúrcuma, harpagofito o árnica durante la primera semana del tratamiento. O los pautados por el médico o traumatólogo.
- Cuando el tratamiento osteópatico y los fármacos no surten efecto, lo más recomendable es una infiltración de corticoides.
Tratamiento osteópatico
El objetivo principal será equilibrar la pelvis y las tensiones musculares que des adaptan la región lumbo pélvica. Normalizar la musculatura que se inserta en el trocanter, preservar la movilidad de la zona lumbar y sacroilíaca.
¿Cuándo se realiza la cirugía?
El tratamiento quirúrgico es exclusivamente para casos excepcionales. Si al paciente el tratamiento convencional no le ha funcionado y tiene alrededor de 6 meses con los dolores, lo más recomendable es la cirugía. El cirujano retirará la bursa inflamada y si hace falta corregirá algún defecto en el hueso o relajará el musculo de la fascia lata. Hay dos formas de realizar la operación:
- Una cirugía endoscópica: El cirujano realizará diminutas incisiones donde se colocará unos tubos que servirán para introducir un artroscopio y el material quirúrgico. No será necesario llegar a la articulación de la cadera, basta con centrarse en el trocánter mayor.
- Cirugía abierta: Esta puede realizarse si hay alguna dificultad para acceder al punto con la artroscopia. La incisión se realizará en el trocánter mayor, se busca acceder al peritrocantéreo para poder realizar la cirugía. La recuperación en estos casos es más lenta y deja cicatrices.