Causas y tratamientos para la condromalacia rotuliana
La condromalacia rotuliana es una afección de la rodilla que consiste en el desgaste o debilitamiento del cartílago que evita la fricción entre el fémur y la rótula. Es una dolencia frecuente en quienes practican deportes; sin embargo, no es exclusiva de ellos. Este padecimiento puede aparecer en personas de todas las edades y géneros; no obstante las mujeres tienen más posibilidades de padecerla.
Es conocida también como el síndrome de dolor femoropatelar o condropatía rotuliana, en donde una fuerte tensión o demasiado peso en la rodilla puede causar su aparición en adolescentes y jóvenes adultos. En el caso de las personas mayores, enfermedades como la artrosis y afecciones como la del desgaste de cartílago articular, son las que permiten su aparición; es un reblandecimiento del cartílago debido al uso y la edad.
¿Por qué se desgasta el cartílago?
Existen múltiples causas que desgastan los cartílagos, no es una lesión exclusiva de los deportistas o personas mayores. Se sabe que hay gente con problemas estructurales en donde una mala alineación del mecanismo extensor de la rodilla puede causar la aparición de esta enfermedad. También lesiones anteriores pueden afectar de manera negativa al cartílago, principalmente si ha habido una contusión condral, fracturas en la rótula, golpes constantes en dicha zona, etc.
Inflamaciones, enfermedades degenerativas, sedentarismo, exceso de entrenamiento, mal calentamiento, entre otros; son algunas de las causas conocidas por las cuales se desgasta la articulación permitiendo el doloroso roce de la rótula con la parte inferior del fémur cada vez que se flexiona la rodilla.
Los jóvenes que sobre presionan su cuerpo a través del exceso de ejercicio, malos o ningún calentamiento previo, falta de hidratación mientas se realiza una actividad de alto impacto, etc. Tienen más posibilidades de contraer esta afección debido al desgaste y la mala salud. Existen factores que pueden agravar la situación de una persona con condromalacia rotuliana, estos son:
- Sobrepeso: Cuando la persona sufre de obesidad, la rodilla y todas sus articulaciones y cartílagos tienen presión extra, haciendo que trabajen de más y provocando un desgaste, tensión o ruptura en los mismos.
- Anomalías congénitas como una curva exagerada de la columna, piernas desiguales, problemas con la estructura de la rótula, las llamadas rodillas X, etc.
- Calzado inadecuado: Mientras se realiza un deporte, es necesario tener un calzado adecuado cuyo rebote y amortiguación se ajusten a la intensidad de la actividad física practicada.
- Mala alimentación: La falta de vitaminas y proteínas también dañan las articulaciones del cuerpo al volverlas débiles y vulnerables a cualquier tipo de presión.
- Terrenos inclinados.
- Problemas en las caderas.
Entre los deportes que más afectan la rodilla están los que necesitan giros bruscos, cambios repentinos en las velocidades y cese imprevisto de la actividad. El ciclismo y la natación están entre los deportes más seguros. Así mismo, el tipo de suelo donde ocurre la práctica puede influir en la progresión del desgaste,
Síntomas comunes en pacientes con condromalacia rotuliana
Los síntomas son múltiples y variados entre sí, a menudo dependen de la causa de origen, por esto los especialistas podremos realizar varias pruebas antes de realizar un tratamiento específico.
- Dolor agudo al flexionar rodilla ya sea para caminar, bajar o subir las escaleras, correr, agacharse, etc.
- Rigidez y dificultad para mover la pierna
- Debilidad en los cuádriceps.
- Chasquidos al flexionar la pierna debido al roce de la rótula con el fémur.
Datos importantes sobre la condromalacia rotuliana
Antes de hablar sobre el tratamiento primero hay que entender que el cartílago no se regenera ya que no posee mucha vascularización lo que impide que se cicatrice. Tampoco existe un tratamiento que la regenere ya que las células del cartílago tienen una cantidad de auto-reparación limitada. Se han hecho avances sobre el tema, pero aún no se ha logrado una regeneración exitosa.
Los que sí se puede hacer es minimizar el daño causado por la condromalacia rotuliana. Lo primero que hacemos es buscar la causa de origen de la enfermedad, esto es imprescindible debido a que esta afección tiene múltiples formas de aparecer y cada una tiene un tratamiento distinto. El problema es que muchos síntomas de la condromalacia también lo tienen otras patologías de este estilo; es decir, no nos quedaremos sólo con los resultados del examen físico a la hora de hacer el tratamiento.
Diferentes tipos de tratamiento para aliviar la degeneración del cartílago
El dolor que siente el paciente no indica el grado de decadencia que tiene el cartílago, puede que esté más dañado de lo que aparenta estar. En la mayoría de los casos, el tratamiento comienza con determinar el origen a través de radiografías, resonancias magnéticas, artroscopia y múltiples exámenes físicos; una vez definido, se comienza a mandar medicamentos antiinflamatorios y analgésicos, colocación de compresas frías en la zona afectada y descanso. También se usarán técnicas como la osteopatía, masoterapia, leves estiramientos, electroterapia, etc.
Tratamiento osteopático
Un estudio biomecánico ayuda a determinar la mejor forma de alinear la articulación y si está es capaz de corregirse con una plantilla. Según ciertos estudios, solo hay dos formas de mejorar la articulación y es a través del cambio en el apoyo o corregir la musculatura.
El tratamiento osteopático irá enfocado en restablecer la normalidad mecánica del eje cadera, rodilla, pié. Incidiendo en la mecánica de la pelvis. Asegurando la movilidad sacroilíaca y lumbar y equilibrando las tensiones musculares que podrían generar adaptaciones a los miembros inferiores.
Aunque no hay muchos estudios todavía, el tratamiento con ozono y PRP (factores de crecimiento) inyectados en la articulación de la rodilla puede mejorar mucho el dolor y ayudar al estado de la articulación.
La toma vía oral de suplementos como condroitín sulfato y sulfato de glucosamina, magnesio, colágeno…etc siempre puede ayudar como mínimo a que el organismo disponga de los recursos necesarios, pero al no existir prácticamente vascularización en la zona es poco eficaz.
Tratamientos con agentes externos como aplicación de emplastos de arcilla puede ayudar a medio largo plazo a reducir la inflamación. Y el uso de la temperatura como realizar contrastes frío-calor también puede ser de gran ayuda.
Otro tratamiento que puede realizar un especialista es usar ácido hialurónico. Este es un lubricante medicinal que alivia considerablemente el dolor y las consecuencias producidas por la enfermedad; es infiltrado directamente en la zona de riesgo. El colágeno inyectado también ayuda a mejorar los síntomas de la afección, tiene una acción similar al ácido antes nombrado.
La cirugía busca liberar la rótula. Esta última está sujetada por dos alerones, lo que se busca es cortar o soltar la que más roce produzca, logrando que la fricción disminuya. La opción está abierta para personas cuyo tratamiento no les haya funcionado y aún presenten fuertes dolores. Además del tratamiento quirúrgico, se le pide a la persona que evite realizar actividades que sigan desgastando el cartílago, lo que se recomienda es fortalecer el cuádriceps y las articulaciones mediante leves estiramientos, la natación o manejar la bicicleta; todo bajo supervisión.