Las lesiones en la articulación acromioclavicular son bastante comunes en deportistas y en personas que trabajan manipulando objetos pesados. Entre las múltiples lesiones que pueden ocurrir en esta zona, la más frecuente son las dislocaciones y esguinces de la articulación acromioclavicular. Estas se caracterizan por afectar directamente a los ligamentos y estructuras.
Diferentes lesiones en la articulación acromioclavicular
La articulación del hombro se mantiene estable debido a los ligamentos que juntan la clavícula a dos relieves óseos que existen en la escápula; uno se encuentra en la parte anterior y lateral, también llamado acromion, y la otra está en la cara anterior de la escápula, denominado apófisis coracoides.
Existen múltiples factores que pueden producir un esguince o dislocación, entre los más usuales estarían recibir un impacto directo en la articulación acromioclavicular. Los ligamentos pueden romperse de forma parcial o total. Cuando los ligamentos que unen la clavícula a la apófisis coracoides se desgarran por completo, la primera se separa de la escápula.
Por otra parte, una dislocación acromioclavicular se produce cuando la articulación glenohumeral se desplaza de su sitio. También son producidos por traumatismos directos en el hombro; no obstante cuando la fuerza se transmite indirectamente, el ligamento acromioclavicular es el que más sale afectado, los ligamentos coracoclaviculares se mantienen a salvo en estos casos.
Clasificación para una dislocación acromioclavicular
Una dislocación acromioclavicular está dividida en diferentes etapas o grados de separación. Todo depende de la gravedad de la lesión. Usualmente, si el traumatismo es lo suficientemente fuerte puede romper la cápsula de la articulación acromioclavicular y rasgar el ligamento coracoclavicular.
- 1º grado: Es cuando el grado de separación solo implica un estiramiento en los ligamentos, no obstante, las superficies articulares se mantienen unidas. No hay desgarros ni fracturas. Este tipo de lesiones son conocidas comúnmente como esguinces y pueden ser tratadas con fármacos y un cabestrillo.
- 2º grado: Aquí el desgarro del ligamento acromioclavicular y del ligamento coracoclavicular es parcial. Puede reconocerse fácilmente pues sucede un aumento del volumen en la zona. Producen dolores y limitación del movimiento.
- 3º grado: Es el más grave de las tres, esto es porque es una separación total tanto del ligamento acromioclavicular como del ligamento coracoclavicular. En algunos casos debe ser tratada con cirugía, aunque hay muchos médicos y especialistas que indican que no es tan necesario llegar al tratamiento quirúrgico. La consecuencia más notable del grado 3 es que el afectado no podrá volver a soportar tanta presión como lo hacía anteriormente. En los casos más severos, los especialistas colocan un tornillo o un perno a través de la clavícula, el ligamento y en la apófisis coracoides con el fin de alcanzar la realineación total.
¿Cuáles son los síntomas de una lesión en la articulación acromioclavicular?
Ya sea un desgarro total o parcial, uno de los síntomas más frecuentes es el dolor punzante y sensibilidad al tacto, también impide el movimiento natural de los hombros. Muchos de estos síntomas pueden empeorar durante el descanso nocturno, ya que los movimientos involuntarios que se hacen mientras se duerme, pueden ejercer presión sobre la lesión y provocar fuertes dolores.
Dependiendo de la gravedad de la lesión, la persona también puede sufrir una deformación en la zona afectada. Si se posee una dislocación del grado 2, la persona puede notar un aumento considerable en el hombro. Una de las posibles consecuencias por sufrir una lesión de este estilo, es la posibilidad de tener artritis en la articulación afectada a medida que pasan los años.
Causas que originan las lesiones en la articulación acromioclavicular
Se pueden producir por traumatismos directos en el hombro o indirectos, estos últimos ocurren debido a un golpe fuerte en el codo o en la mano. Por ejemplo, cuando se cae sobre el brazo en abducción o separación, la clavícula forma una palanca sobre la primera costilla y rompe los ligamentos coracoclaviculares.
Como se dijo anteriormente, las razones más comunes por las cuales se puede originar una lesión son por los deportes de contacto, tales como: fútbol, fútbol Americano, el rugby, baloncesto, gimnasia, vóley y esquí. También pueden producirse por un accidente de tráfico o caídas. Se sabe que hay personas que nacen con los ligamentos más flexibles y por lo tanto son más propensos a ese tipo de lesiones.
¿Cómo es el diagnóstico?
Para diagnosticar correctamente a un paciente, el médico o especialista debe realizar una exploración física en donde también se le preguntara al afectado detalles sobre cómo tuvo la lesión. Así mismo, se mandarán a realizar unas radiografías en la clavícula; La resonancia magnética, por su parte, ayuda a que se pueda evaluar el daño en las estructuras que se encuentran alrededor de la articulación dañada. Estas pruebas en imágenes determinan la gravedad de la lesión, permiten saber si el paciente tiene un desgarro total o parcial.
El tratamiento para las lesiones en la articulación acromioclavicular
Todo depende de la gravedad de la lesión, si una persona posee un desgarro del grado 1, el tratamiento común son los fármacos para disminuir el dolor e inflamación, descanso y colocación de un cabestrillo.
Si el afectado tiene el grado 2, se utilizan los mismos métodos antes nombrados agregando la terapia física con un osteópata o fisioterapeuta. También se mandaría a colocar compresas frías o cálidas en la zona afectada. Recuperar el movimiento del hombro y del brazo tomará alrededor de 6 a 8 semanas.
En el grado 3 la persona puede tardar 12 semanas o más en recuperarse. Se utilizan todos los métodos anteriores con la particularidad de que el hombro tomará más tiempo en volver a su función normal; sin embargo, hay consecuencias algo permanentes, el afectado no soportará presiones en la zona como anteriormente podía y será más propenso a tener futuras lesiones en el hombro. Si ninguno de los métodos funciona, la última opción sería un tratamiento quirúrgico.
Tratamiento osteopático
El tratamiento osteopático irá enfocado a restablecer las alteraciones de las estructuras adyacentes a esta articulación. Optimizando su biomecánica y facilitando el movimiento del hombro y brazo.
Prevención
La mejor manera de prevenir una lesión en la articulación acromioclavicular es tomar precauciones para evitar caídas y traumatismos en la zona; tener cuidado donde se pisa, visualizar y esquivar objetos que puedan hacer daño, ir al médico para tener exámenes de rutina, entre otros. Si se practican deportes, lo más recomendable es asegurarse de tener la protección recomendada y mantener los equipos protectores en buenas condiciones. Además de realizar ejercicios de calentamiento adecuados y seguir las indicaciones del instructor.