¿Náuseas persistentes e incontrolables? ¡Cuidado! Podrías tener Hiperémesis gravídica
Los vómitos y náuseas en los embarazos son muy comunes. Una gran parte de las mujeres que quedan en estado han padecido de estos síntomas. Sus causas pueden deberse al aumento rápido de los niveles de estrógeno, también puede deberse a la subunidad beta de la gonadotropina coriónica humana o GCH.
Aparece aproximadamente a las 5 semanas de gestación y se vuelve más fuerte a las 9 semanas. Normalmente desaparece a las 16 y 18 semanas. En general estos síntomas no serían alarmantes; no obstante, si se vuelven intensos, son incontrolables y persisten más tiempo del que deberían, entonces se sufre de Hiperémesis gravídica.
Si se sospecha del padecimiento de esta enfermedad, lo más recomendable sería ir a un especialista de inmediato, ya que los síntomas de la Hiperémesis pueden traer consecuencias graves a quien la padezca. Pueden ir desde deshidratación y pérdida de peso hasta un desequilibrio en los electrolíticos.
¿Qué que la Hiperémesis gravídica y sus causas más comunes?
Como se dijo anteriormente, la Hiperémesis gravídica son náuseas y vómitos intensos y constantes durante el embarazo. Puede aparecer alrededor de los primeros tres meses de embarazo y los síntomas pueden persistir después de este tiempo.
- Pérdida de peso,
- la Deshidratación,
- la Cetosis y…
- Anomalías electrolíticas, son algunas de las consecuencias de padecer esta enfermedad.
La GCH, una posible causa de la aparición de la enfermedad, es liberada por la placenta. Aunque las náuseas y mareos leves son comunes, la Hiperémesis no lo es.
El padecimiento de la enfermedad durante el embarazo puede lograr que la mujer pierda hasta un 5% de su peso corporal. Aunque puede aparecer en cualquier mujer embarazada, es más común en las que esperan gemelos o tienen mola hidatiforme. También en las mujeres que han tenido problemas con anteriores embarazos, si tienen mareos constantes o son propensas a padecer de la afección.
Síntomas
La Hiperémesis gravídica puede causar pérdida del apetito, náuseas y vómitos intensos persistentes durante el embarazo, más salivación de lo normal, deshidratación, orina oscura, piel seca, debilidad, Estreñimiento y problemas para ingerir líquidos y alimentos.
Muchas mujeres relatan tener una sensación continua como de estar en un barco, o esa horrible sensación cuando has bebido más de la cuenta y te montas en un coche.
Normalmente los síntomas desaparecen a las 16 o 18 semanas, no obstante hay una posibilidad de que persistan, si esto sucede, la mujer tiene la posibilidad de tener daños graves en el hígado, padecer de necrosis centrilobulillar grave, una degeneración grasa diseminada, producir una encefalopatía de Wernicke o tener una rotura esofágica.
¿Cómo prevenir la aparición de la Hiperémesis gravídica?
A pesar de que no existe una fórmula para evitar la aparición de la enfermedad, sobre todo porque habría que saber con exactitud por qué la padece en primer lugar; hay muchos aspectos que pueden aumentar las posibilidades de aparición tales como: El sobrepeso, una dieta rica en grasas, antecedentes familiares, factores psicológicos, estrés, ansiedad y altos niveles de CGH. A pesar de esto, se pueden realizar acciones para aumentar las posibilidades de prevención.
- La dieta.
- Comer con frecuencia pero con menos cantidades.
- Ingerir alimentos cuyo aroma no produzca náuseas, si hay un alimento cuyo olor no se soporta, lo mejor es evitarlo. Normalmente las comidas frías no tienen olores fuertes,
- Beber mucha agua. (depende de la paciente, algunas tampoco la toleran bien)
- Prevenir la náuseas
- Alejarse de olores que sean desagradables.
- Intentar controlar la ansiedad con algunas técnicas de relajación.
- Utilizar ropa cómoda.
- Hacer ejercicios acordes al estado del embarazo.
- Los lugares cerrados con luces brillantes provocan vómitos muchas mujeres, lo mejor es evitar sitios así.
- No realizar movimientos violentos o cambiar la velocidad al caminar de forma brusca.
Diagnóstico
Cuando la persona afectada va al médico bajo sospecha de una Hiperémesis gravídica, lo primero que harán los especialistas será preguntar por los síntomas, frecuencia, duración e inicio de los vómitos y náuseas. También se realizarán mediciones que verificarán el peso actual del paciente. Todo esto le brindará al médico información suficiente para determinar el diagnóstico.
El problema con esta enfermedad es que hay muchas otras que tienen los mismos síntomas; por lo tanto, se tienen que descartar afecciones como: La gastroenteritis, la hepatitis, la apendicitis, la colecistitis, trastornos de las vías biliares, la úlcera péptica, la obstrucción intestinal, la enfermedad trofoblástica gestacional, la nefrolitiasis, la pielonefritis y la cetoacidosis diabética.
Cuando la persona presenta otros problemas que no sean los nombrados en el punto antes mencionado, entonces es probable que el paciente tenga otro padecimiento.
Para identificar con facilidad la enfermedad, los médicos mandan a realizar ciertas pruebas de laboratorio:
- Conteo sanguíneo completo
- Electrolitos
- Cetonas en orina
- Ultrasonido para verificar si el embarazo es múltiple.
Tratamientos
Lo primero que hay que hacer es evitar todo lo que provoque las náuseas y vómitos y beber muchos líquidos para impedir la deshidratación; si esto último persiste, la opción más viable sería la administración de líquidos por vía intravenosa. He de decir que muchas de las pacientes que he tratado tienen esa sensación de forma independiente al alimento que ingiera.
Es probable que se mande un medicamento para las náuseas y vómitos, si las mismas se vuelven graves y perjudican la salud de feto y la madre; es probable que la admitan en el hospital para recibir un tratamiento más especializado.
La paciente puede recibir por vía intravenosa los nutrientes que le hagan falta o le pueden colocar una sonda en el estómago. Según ciertos estudios, la vitamina B6 disminuye los síntomas, así mismo, el medicamento llamado doxilamina también puede ayudar. Hay que preguntarle al especialista si puede ingerir estos fármacos. El Jenjibre en muchas de sus formas ya sea infusión o en extracto seco puede reducir la sintomatología. También se recomienda ir a un osteópata para recibir un tratamiento que ayude a mejorar la salud de la afectada.
Tratamiento Osteopático
Como siempre dependerá de la paciente y de lo que consideremos que es prioritario que está desequilibrando al sistema. El tratamiento suele ir enfocado a trabajar el diafragma y los diferentes órganos del sistema digestivo. La terapia craneal también es de mucha ayuda en la mayoría de las pacientes. Aunque el tratamiento osteopático suele ser eficaz, en los casos más severos que me he encontrado no hay ninguna respuesta de la paciente.
Complicaciones
Aunque la deshidratación, vómitos y náuseas son dañinos para el cuerpo, hay ocasiones en donde la afectada puede tener sangrado en el esófago por culpa de los síntomas anteriormente descritos. También hay mujeres que experimentan ansiedad y depresión a causa de la enfermedad, estos pueden permanecer después del embarazo.
Se recomienda contactar inmediatamente al médico cuando se presentan signos de deshidratación, intolerancia a los líquidos, vértigos, sangre en el vómito, dolor abdominal, pérdida constante de peso. La presencia de estos síntomas a lo largo del embarazo puede poner en riesgo tanto a la futura madre como al feto, por eso se recomienda ir a un especialista si los síntomas persisten después de las 16 o 18 semanas